Consumo

PF Alimentos invertirá US$ 200 millones en cinco años y seguirá diversificando su negocio más allá de las cecinas

Además de potenciar su rubro tradicional con un centro logístico en Santiago, la firma ampliará su planta de producción de pizzas y construirán una nueva para sándwiches y platos preparados.

Por: Martín Baeza | Publicado: Lunes 22 de enero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Productos Fernández nació hace 120 años y se hizo espacio como uno de los líderes del mercado chileno de cecinas. Al mismo tiempo, la empresa talquina ha ido diversificando y ampliando sus líneas de negocios y hoy opera bajo el paraguas de PF Alimentos, que agrupa a distintas marcas como PF, Receta del Abuelo y PF Listo.

Es en esa línea que la compañía definió un programa para invertir US$ 200 millones en cinco años para profundizar su apuesta por los nuevos productos y, por otra parte, seguir afirmándose en su rubro tradicional.

“Nosotros tenemos siete líneas de negocio hace muchos años. Tal vez son menos conocidas, pero estamos muy presentes y tenemos liderazgo en casi todas las categorías. Entonces seguimos invirtiendo en potenciar nuestra estrategia de diversificación y, de alguna forma, también seguir consolidando el negocio tradicional”, explica Max Besser, gerente general de PF Alimentos.

Además de las cecinas y elaborados, hoy la empresa comercializa platos preparados e, incluso, tiene una marca de productos vegetarianos, Mister Veggie, una de quesos y lácteos, Frutillar, y ha incursionado en el área de pastelería, entre otros.

Según cuenta Besser, la compañía factura del orden de US$ 600 millones al año y entre un 60% y 70% de este monto todavía corresponde al negocio de las cecinas.

Los focos de inversión

En el detalle, el plan de PF ya está en curso, con una ampliación que busca triplicar la capacidad de la planta de pizzas que implica una inversión de US$ 40 millones. Según el cronograma, las instalaciones estarán terminadas entre fines de 2024 y principios de 2025.

La siguiente etapa corresponde a una nueva planta de sándwiches y platos preparados, para la cual se destinarán unos US$ 10 millones.

El tercer gran paso será un centro de distribución logístico en Santiago. Besser explica que este proyecto será más lento, debido a la tramitación de permisos, pero espera que comience a gestarse en unos dos a tres años.

En ese centro se invertirán unos US$ 70 millones y será la parte del plan más enfocada en potenciar el negocio de cecinas. “Estamos orgullosos de estar en Talca y toda nuestra inversión está acá, pero eso nos coloca en una pequeña desventaja en el sentido de que hay que mover todos los productos terminados y llevarlos a Santiago”, para luego distribuirlos entre sus clientes directos, dice Besser.

Con la nueva infraestructura, apuntarán a acercarse más a los clientes de la capital y de la Quinta Región. “Hoy tenemos tres centros en Santiago, pero estamos pensando en una solución mucho más automatizada, más grande, que permita también reducir los tiempos y dar un mejor servicio”, plantea el ejecutivo.

El resto de la inversión, explica, se destinará a actualizaciones de equipos, mejoras de proceso y renovaciones en las plantas.

“No estamos pensando en que vamos a crecer mucho más en términos de volumen y participación en nuestro negocio principal, pero sí crecer en aquellos nuevos, como por ejemplo pizzas, platos preparados, sándwiches, hamburguesas, donde sí tenemos más espacio”, proyecta.

El momento económico

Besser es consciente de que el plan se enmarca en un escenario particular para la industria global de los alimentos, que se ha visto afectada por las alzas en los costos de materias primas y la inflación que golpeó los bolsillos del consumidor final.

No obstante, el ejecutivo afirma que “las inversiones nosotros las hacemos en base a un plan de trabajo que definimos y va un poco más allá de la contingencia, porque cualquiera de nuestras inversiones se demora dos o tres años en materializarse y después las plantas duran 20 o 25 años. Entonces, no es que dé lo mismo el momento, pero pensamos que hoy es la oportunidad de iniciar este proceso, para que cuando las cosas estén mejor ya estemos con las capacidades renovadas”.

En ese sentido, agrega que la industria alimentaria es diferente a negocios como el tecnológico, donde un teléfono o un computador se quedan obsoletos más rápido. “Los ciclos de vida de los productos son más largos, pero obviamente hay que estar muy atentos (...) Nosotros pensamos que cuando estemos actualizados, por así decirlo, el ciclo económico va a ser distinto y las plantas van a pasar por varios ciclos económicos. Así que no hay un momento justo para esto, sino que hay que atreverse y confiar. Creemos en el país y en la industria; entonces, hay que lanzarse”, afirma.

Respecto a los años recientes, Besser señala que la empresa tuvo que ajustar gastos, pero asegura que pudieron adaptarse y sortear bien la crisis económica, sin traspasar todos los costos a precios.

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